Sexualidad en la vejez psicologia

Sexualidad en la vejez psicologia

Aspectos sociales de la sexualidad en las personas mayores

Parece que estás usando Internet Explorer 11 o más antiguo. Este sitio web funciona mejor con navegadores modernos como las últimas versiones de Chrome, Firefox, Safari y Edge. Si continúa con este navegador, puede ver resultados inesperados.

Asegúrese de que su impresión incluye todo el contenido de la página. Si no lo hace, intente abrir esta guía en un navegador diferente e imprimir desde allí (a veces Internet Explorer funciona mejor, a veces Chrome, a veces Firefox, etc.).

Muchas personas quieren y necesitan estar cerca de los demás cuando se hacen mayores. Para algunos, esto incluye el deseo de continuar con una vida sexual activa y satisfactoria. Con el envejecimiento, esto puede significar la adaptación de la actividad sexual para acomodar los cambios físicos, de salud y otros.

Hay muchas formas diferentes de mantener relaciones sexuales e íntimas, ya sea solo o en pareja. La expresión de su sexualidad puede incluir muchos tipos de contacto o estimulación. Algunos adultos pueden elegir no tener actividad sexual, y eso también es normal.

Una mujer puede notar cambios en su vagina. A medida que una mujer envejece, su vagina puede acortarse y estrecharse. Sus paredes vaginales pueden volverse más finas y un poco más rígidas. La mayoría de las mujeres tendrán menos lubricación vaginal, y la vagina puede tardar más tiempo en lubricarse de forma natural. Estos cambios pueden hacer que ciertos tipos de actividad sexual, como la penetración vaginal, sean dolorosos o menos deseables. Si la sequedad vaginal es un problema, el uso de gel lubricante a base de agua o de preservativos lubricados puede resultar más cómodo. Si una mujer utiliza la terapia hormonal para tratar los sofocos u otros síntomas de la menopausia, es posible que quiera tener relaciones sexuales con más frecuencia que antes de la terapia hormonal.

  Psicologia de la felicidad libro

Expresión de la sexualidad en las personas mayores

La salud sexual es una parte importante del bienestar en la tercera edad. Sin embargo, los conceptos erróneos basados en estereotipos de edad y la falta de comprensión han llevado a menudo a evitar este tema. El resultado puede ser una oportunidad perdida para apoyar un aspecto importante del envejecimiento exitoso.

Desafortunadamente, muchos de los riesgos del sexo también siguen siendo relevantes en los últimos años, como hemos visto con las crecientes tasas de infecciones de transmisión sexual (ITS) entre las poblaciones de adultos mayores (CDC, 2013). Los estudios han demostrado que el uso de la protección es más bajo entre los adultos mayores, y esto no se debe únicamente a que muchos adultos mayores mantienen relaciones monógamas a largo plazo, una razón común, aunque equivocada, para renunciar a la protección. De hecho, un estudio realizado por la AARP (2010) reveló que sólo 1 de cada 5 solteros mayores de 50 años sexualmente activos utiliza el preservativo con regularidad. Esto se debe a cuestiones como la escasa educación sexual de los mayores sobre la importancia de la protección después de la menopausia y su supuesta falta de autoeficacia en el uso de la protección sexual, incluido el uso del preservativo y las habilidades de negociación).

La sexualidad en la tercera edad pdf

Se evaluaron dos indicadores de sexualidad, cada uno con un solo ítem. La importancia percibida de la sexualidad se evaluó mediante el ítem “¿Qué importancia tiene la sexualidad para usted ahora?”, respondido en una escala Likert de cinco puntos que va desde muy poco importante (1) a muy importante (5). El disfrute de la sexualidad se evaluó mediante el ítem “¿Cómo experimenta su vida sexual ahora?”, respondido en una escala Likert de cinco puntos que va desde muy desagradable (1) a muy agradable (5). Una categoría de respuesta adicional para este último ítem era “no aplicable”.

  Caracteristicas de la motivacion en psicologia

La pertenencia a una cohorte se trató como una variable dicotómica, contrastando a los nacidos entre 1928 y 1937 que habían proporcionado datos en 1992-1993 como la cohorte nacida antes (0) con los nacidos entre 1948 y 1957 que habían proporcionado datos en 2012-2013 como la cohorte nacida después (1).

Como factores sociodemográficos, la edad se calculó en años desde la fecha exacta de nacimiento hasta la fecha de recogida de datos. El género se evaluó como una variable dicotómica (0 = mujer, 1 = hombre). La educación se indexó como años de escolaridad formal. La importancia de la religión se obtuvo a partir del cuestionario en el que se preguntaba por los aspectos importantes en la vida de la persona. Se pidió a los participantes que indicaran tres de los nueve aspectos de la vida enumerados (incluyendo, por ejemplo, una fe fuerte, buenos ingresos y buena salud física) que consideraban más importantes para ellos (Deeg, 2007). A partir de esta información, se construyó una variable dicotómica, en la que los que apoyaban una fe fuerte como uno de los aspectos más importantes de la vida (1) frente a los que no (0).

La sexualidad a los 80 años

Antecedentes: Diversos factores biológicos y psicosociales se asocian a la salud sexual de las mujeres en la mediana edad y en la tercera edad. Las pruebas sugieren un declive en el funcionamiento sexual en el contexto del envejecimiento y la transición menopáusica, incluyendo cambios en el deseo sexual, la excitación, la lubricación, el orgasmo, el dolor y/o la satisfacción. Sin embargo, no todas las mujeres de mediana edad y de edad avanzada experimentan dicho declive, y sigue sin estar claro cómo el entorno endocrino y los aspectos psicosociales contribuyen al mantenimiento de un funcionamiento sexual saludable. Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue examinar los predictores psicobiológicos del funcionamiento sexual en mujeres sanas de mediana y avanzada edad.

  Sentirse solo estando acompaã±ado psicologia

Métodos: Un total de 93 mujeres sanas y sexualmente activas de entre 40 y 73 años completaron una batería de cuestionarios psicosociales validados, que incluían medidas de funcionamiento sexual (Índice de Función Sexual Femenina) y de rasgos psicológicos protectores y variables interpersonales. Las hormonas esteroides estrógeno, testosterona, progesterona y sulfato de dehidroepiandrosterona se determinaron en muestras de saliva, mientras que la hormona folículo-estimulante, la hormona luteinizante y la globulina fijadora de hormonas sexuales se determinaron en manchas de sangre seca. Los resultados se ajustaron estadísticamente a las pruebas múltiples.

Acerca del autor

Elinda Ferrer Covarrubias

Soy Elinda Ferrer Covarrubias, trabajo de profesora de psicología para alumnos de máster, además de dedicarme a realizar estudios avanzados. Mi mayor afición es la música, en especial el rap.

Ver todos los artículos